CANDIDATOS SIN HABLAR DE LA CRISIS
Como es usual durante las campañas electorales previas a decidir quién asumirá la Presidencia de la República, los candidatos y sus respectivos partidos, no han presentado programas de gobierno, hasta esta fecha, entonces escogen temas de la problemática nacional para convertirlos en plataformas y consignas de sus promesas, ya sean estas de beneficio a la población durante sus eventuales gobiernos o planteando eliminar algunas prácticas o situaciones del pasado que han afectado a la sociedad en su conjunto. Así tenemos promesas de trabajo, anti corrupción, resolución al problema de la violencia, reforma educativa y otras. El otro componente es el ataque a los candidatos rivales o a sus partidos en el afán de restarles apoyo electoral. En esta ocasión previa a la elección del 3 de febrero 2019 el panorama no ha cambiado.
El elemento ausente es el abordaje objetivo de la situación de crisis estructural que vive nuestro país: El rotundo fracaso del modelo económico consumista, improductivo y excluyente que ha alimentado la concentración escandalosa de la riqueza nacional en pocas manos, ha descuidado los sectores productivos y el acervo más importante del país que es su gente y ha sido incapaz de generar suficientes empleos dignos e ingresos para la población trabajadora, especialmente para los jóvenes y las mujeres. La falta de productividad del país lo ha llevado a endeudamiento progresivo y a la crisis fiscal y financiera más grande de su historia. Por otra parte, el escaso crecimiento económico, la existencia de un sistema fiscal rígido y regresivo, los altos niveles de evasión y elusión tributaria, la falta de consensos políticos alrededor del manejo fiscal y los altos costos fiscales del sistema de pensiones, ha provocado una profunda crisis fiscal y financiera estatal, que además de impedirle al Estado cumplir con sus funciones más elementales, pone en riesgo permanente la estabilidad macro económica, financiera y cambiaria del país. No existen en la campaña electoral propuestas ni proyectos que tengan la mínima intención de abordarlo y algunas propuestas de campaña no son viables en esta situación.
En la próxima semana abordaremos otro aspecto: la crisis política
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